Como ellos insistían en sus preguntas, él se enderezó y les dijo: «Aquel de ustedes que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra. Juan 8:7
Hace muchos años vi la versión muda de la película «Rey de Reyes.»
En ella había una escena en donde la muchedumbre quería apedrear a la mujer acusada de adulterio, hasta que Jesús dice que aquél de entre la muchedumbre esté libre de pecado que tire la primera piedra, y al oír eso uno a uno todos se retiran.
Lamentablemente, en Bangladesh, India, no sucedió lo mismo. Resulta que una niña de 16 años había sido violada, pero por vergüenza no reportó el crimen. Al descubrir que se encontraba embarazada, su familia decidió casarla, pero cuando el novio descubrió que estaba embarazada, se divorció.
La familia fue multada por la baja moral de su hija, y tuvo que poner en aislamiento a la niña hasta que se decidiera su destino. El castigo que se le dio fue de 101 latigazos, mientras que su violador, un joven de 20 años, fue perdonado por los ancianos de la villa.
Algunas veces olvidamos cómo nuestro precioso Salvador ha cambiado este mundo y cómo su sufrimiento y sacrificio han cambiado nuestra eternidad. Gracias a él somos perdonados y salvados. Es un cambio grandioso.
Pero con sus enseñanzas Jesús también ha cambiado la forma en que los cristianos vivimos y tratamos a los demás. A pesar de estar muy lejos de ser perfectos, en nuestras ciudades e iglesias no permitiríamos la clase de injusticia narrada en esta historia.
Demos gracias por ello al Señor Jesús, quien no sólo es el camino, sino que también nos ha mostrado el camino.
Por CPTLN
Dios te bendiga 